Puede que algún día explote y se vaya todo a la mierda. Puede ocurrir, quién sabe. Somos marionetas en un mundo controlado por alguien que mueve las cuerdas de un lado a otro.
El día que ese alguien decida apagar la luz del teatro, ese día, explotará. Hasta entonces, el sol seguirá estando en el centro de este puñetero sistema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario