viernes, 13 de enero de 2012

just-craftiness.

¿Sabes lo que me apetece? coger una maleta cualquiera, meter dentro un par de pantalones, un par de camisetas y pasarme por el aeropuerto con las cuatro monedas que recoja entre los trozos de porcelana que queden tras romper mi cerdito. Ir a la de información y decirle: "deme usted el billete para el primer vuelo más barato que tenga". Y, una vez hecho eso, subirme en el avión, aparecer en donde sea y buscarme la vida. A ver dónde acabo. 
Te sorprendería saber lo lejos que se puede llegar con tan solo un poco de dinero, algo de suerte y un montón de picardía.


Agujeros que te lleven al cielo.


Las cosas van cada vez peor y yo ya no sé qué hacer, salimos de una y nos metemos en otra. Hay veces que pensamos que tenemos una oportunidad de remontar y nada, alguien nos la acaba quitando tarde o temprano.

Cuando esto ocurre piensas: "mierda.." pero aún así siempre acabas haciéndote a la idea de que tendrás otra ocasión para mejorar tu situación. Aquellos a los que les va bien te consuelan diciendo: "Tranquilo, la esperanza es lo último que se pierde". Y tú al principio tragas como un idiota, crees que sí, que algún día todo volverá a ser como antes... pero a medida que te arrebatan todas las oportunidades, una detrás de otra, pierdes toda esperanza por remontar. 

De lo que no te das cuenta es del verdadero significado de "La esperanza es lo último que se pierde". Porque, en realidad, lo que quiere decir eso es lo siguiente: cuando yendo por tu camino no paras de caer en agujeros, lo único que te consuela entonces es pensar que en el fondo de esos hoyos están las puertas del cielo.

La esperanza por que algún día, de algún modo, se verán recompensados todos tus esfuerzos es aquello que te mantiene con ganas de seguir saltando para tratar de esquivar agujeros.