miércoles, 12 de enero de 2011

No busques lo que no existe.

Érase una vez una princesa tan bella que todos los príncipes del mundo acudían a su palacio para conocerla. La princesa era muy inteligente pero tenía miedo de no encontrar a su príncipe azul. Por eso, siempre que llegaba alguien con el fin de conocerla, ella rechazaba su invitación. Nadie le podía asegurar que aquel que llegaba fuese el hombre perfecto así que no le daba si quiera una oportunidad. Tenía miedo a equivocarse, al fracaso. Y fueron pasando los años y la princesa seguía sola, pensando  en su desdicha. Y fue envejeciendo y la princesa continuaba en su trono, esperando.. a nada, porque era ella la culpable de su situación. Su inteligencia se convirtió en absurdez y la princesa terminó por morir sola, pudiendo haber sido la persona más feliz del mundo con un príncipe, no sé si azul, pero qué más da; un príncipe es un príncipe.

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