viernes, 8 de abril de 2011

maybe.

  Unas converse negras del 38 tiradas en el suelo de una habitación, unos pitillos azules arrugados sobre una cama sin hacer, una foto del National Geographic pegada en un armario, unos trofeos en una estantería, un dibujo a lápiz en la pared… Todo ello no existiría ahora mismo si yo no hubiese nacido. Imagina quemar todas las fotografías en las que aparezca tu cara, todos los papeles en los que esté escrito tu nombre… 

  No sé qué habría sido de la vida de mi madre, de mi padre, de mi hermano y de mis amigos si yo no hubiese estado en La Tierra, pero es algo que, aunque quiera, nunca podré saber. Probablemente todo habría seguido su curso, mi paso por este mundo quizás no signifique nada pero aquí estoy. 

  Un amigo me sugirió escribir acerca de lo que hago yo para cambiar el mundo. Pues bien, sólo puedo decir que de momento nada; creo que solamente con el mero hecho de existir ya lo cambias por completo.

  Y sí, estoy segura de que cuando yo desaparezca, este planeta continuará rotando sobre su eje… pero el asfalto que piso día a día se desgasta un poco más si lo hago, la barra de pan que compramos en mi casa es grande porque somos cuatro y no tres, la cama está deshecha porque duermo en ella… y eso cambia todo. Cada cosa que hago, cada palabra que pronuncio y cada bocanada de aire que tomo, hacen que el lugar en que vivimos sea, aunque no mucho, completamente distinto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario