miércoles, 13 de julio de 2011

not-grey-at-all.

 La gente suele opinar que un cielo encapotado no es bonito, que estropea el día y que inspira tristeza. Pero también se suele decir que después de la tormenta siempre llega la calma... Y como no todo lo que dicen es cierto, me limito a negar la primera afirmación y a creer que la segunda cumple una de las leyes más certeras del universo. 

 Esta ley obliga a ese cielo, en algún momento, a dejar de gritar, a dejar de emplear escudos ante el sol y a dejar de llorar. Y es, entonces, cuando los truenos cesan, cuando las nubes se van y cuando la lluvia se detiene. 

 En ese preciso instante el soberano se abre paso y, tras ver y oír llorar al mismísimo diablo, se puede sentir la paz. Una paz que llega cuando el primer rayo de sol se presenta en la superficie de La Tierra y nos ofrece alegría, seguridad, esperanza... para aclararnos que, después del chaparrón, llegará el día en que las nubes serán blancas, puras y permisivas ante la voluntad de postrarnos bajo un gran cielo azul.



He said,"I am the devil, boy, come with meand we'll make many storms" 
He offered me the universe

But inside my heart there's a picture of a girl
                                                Some call love a worth, some call love a thief
she's my home and she's as much apart for this broken heart
But see broken bones always seem to mend

                            He said,"I am the devil, boy come with me and we'll break many laws"
He offered me eternal life

But inside my heart there's a picture of a girl
I'll taste the devil's tears
Drink from his soul... but I'll never give up you


I'll taste the devil's tears, drink from his soul.
But I'll never give up you.

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