domingo, 8 de mayo de 2011

just-blood.

Dicen que aquellos a quienes más quieres son los que más daño te harán algún día. Es cierto

También dicen que la mejor forma de que no te rompan el corazón es fingir que no tienes, pero eso no es cierto

Porque por mucho que finjas, hay veces que no puedes evitarlo y éste acaba cayendo en manos de los menos esperados. Te lo acaban robando entero, cachito a cachito, hasta tenerlo entre sus dedos. Y es entonces cuando, por poco que aprieten, por poco que cierren su puño... aquello que estaba custodiado dentro de tu pecho hacía tiempo, deja de latir y comienza a llorar sangre.

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